Mañana jueves se celebra en Estados Unidos la tradicional cena de Día de Gracias, pero las autoridades de salud le acaban de poner un tache enorme a un producto esencial en las compras de despensa: la lechuga romana.
Este martes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) emitieron una alerta nacional sobre un nuevo brote de la bacteria E.coli.
El comunicado expresa que los consumidores deben desechar este producto, mientras que los restaurantes deben evitar servirlo en sus platillos.
32 CASOS EN 11 ESTADOS
Dicha medida fue implementada luego de que se registraran 32 casos de personas afectadas en 11 estados. También se reportaron 18 personas enfermas en Canadá. Los primeros casos fueron detectados el 8 de octubre.
Un tercio de los afectados se han registrado en California y el resto en los estados del noreste de la Unión Americana. Hasta el momento no hay fallecidos.
Así dice la alerta del CDC: “Los consumidores que tengan cualquier tipo de lechuga romana en su hogar no deben comerla y tienen que tirarla… Lave y desinfecte los cajones o estantes en los refrigeradores donde se almacenó la lechuga romana”.
CONTAMINACIÓN EN ALGUNA GRANJA DE EU O CANADÁ
Los investigadores creen que la lechuga contaminada tiene su origen en alguna granja de Estados Unidos o Canadá, pero todavía no están cerca de la fuente del brote. Por el momento, se prohibe su consumo en todas sus presentaciones.
El más reciente caso de un brote de E.coli en Estados Unidos se presentó a inicios de este año, el cual desembocó en la muerte de cinco personas y cerca de 200 personas enfermas.
La fuente resultó ser un sistema de drenaje contaminado que estaba cerca de una granja de lechuga en Arizona.
Las autoridades descartaron que existiera un vínculo entre ese brote y el actual.